Distonía focal: seis meses

junio 26, 2018

Parece que fue ayer cuando estaba deprimida, en una esquina del sillón, enroscada como un perro, con la cabeza escondida entre las piernas, sin querer saber nada del mundo. Mi dedo se quedaba completamente pegado al puntero, era incapaz de destapar el agujero, estaba recién diagnosticada de una distonía bastante desarrollada (cuyos primeros síntomas empezaron hace diez años) pero que nunca nadie había podido decirme lo que me pasaba y mucho menos darme una solución; la culpa era mía por no practicar más…

Después de mis días de oscuridad en el sillón llegó la etapa de aceptación y mucho trabajo.

Hoy estoy escribiendo estas líneas con una sonrisa que nunca más se borrará. Porque estoy en el camino correcto, estoy empezando a tocar repertorio que había dejado de tocar hace años y la música vuelve a ser un medio de diversión y felicidad… Pues, lo supe ocultar bien, pero hace bastante tiempo que tocar se hacía una obligación, no me daba ninguna satisfacción pero yo era Carina… la mejor gaitera de Andalucía, la profe de la escuela de gaitas, la mejor del Conservatorio… pero eso es lo que vosotros decíais porque yo cada vez me veía más en retroceso.

Pero vamos a dejar esos recuerdos de lado, ya forman parte del pasado. Pero son recuerdos, no los voy a borrar de mi memoria porque me servirán para que no vuelva a ocurrirme y, sobre todo, para detectar de forma temprana cualquier indicio de distonía en alguno de mis alumnos.

Hoy soy la gaitera feliz que vuelve a tocar su repertorio, la profe que vuelve a enseñar a sus alumnos «En Oviedo no me caso» porque vuelvo a poder tocarlo, la mitad de esa pareja de gaita y tambor tan bonita que formamos, estoy deseando de volver a tocar contigo un saltón y sé que será dentro de muy poco tiempo; gracias por todo, te quiero por todo.

Y gracias a Fran de Arpegio Fisioterapia de Granada, tu lo estás haciendo posible.

blogseis

Deja un comentario